1. Introducción

En su primera epístola el apóstol Pedro enseña a los creyentes a sufrir con paciencia haciendo la voluntad de Dios. Pedro dice algo muy importante en el verso 4:17: El juicio debe empezar por la casa de Dios. Así que si alguien va a pasar pruebas van a ser los creyentes porque Dios está tratando con sus hijos para perfeccionarlos en santidad. Ahora Pedro va a terminar su epístola, pero quiere dejar claro que los creyentes necesitamos un orden y ser pastoreados sobre todo en tiempos difíciles. En los tiempos duros de la crisis donde los creyentes podemos ser desviados de nuestra fe necesitamos la guía y el pastoreo de hombres maduros en la fe que nos ayuden a caminar de una manera agradable a Dios. No solo esto, pero necesitamos tener una actitud y una disposición de ser pastoreados. De lo contrario no recibiremos instrucción de la Palabra de Dios por nuestro orgullo. La idea central del texto es esta: Los creyentes necesitamos tener un corazón humilde delante del Señor que nos lleva a confiar en Él y ser guiados por El. Para esto necesitamos tener un corazón dispuesto a ser pastoreados. Dios nos quiere pastorear por medio de hombres maduros en la fe a los que Él ha puesto en su iglesia como ancianos para presidir en medio de la congregación.

2. Pastores: ¡Cuiden el rebaño!

Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria

Vemos la labor de los pastores en 3 palabras que describen su misión: ancianos – pastores – supervisores.  Como ancianos los pastores son hombres maduros espiritualmente hablando. “Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia” (Tito 2:2).  Los pastores no están solos. Pedro habla a compañeros en el ministerio. El «también» es un anciano, así como ellos. Pedro proclama que es testigo de los padecimientos de Cristo y participante de la gloria que será revelada.  Como pastores los ancianos deben pastorear / velar (lit. supervisar) por la iglesia (rebaño de Dios).

¿Cómo deben hacerlo?

  • Con la motivación correcta: No por obligación sino voluntariamente. No por avaricia de dinero sino con sincero deseo. Los pastores deben cuidar el rebaño porque hay un adversario, el diablo, que anda buscando a quien devorar.
  • Con la actitud correcta: No como teniendo señorío sobre los hermanos sino siendo ejemplos del rebaño. Los pastores deben cuidar de sí mismos para no golpear y maltratar al rebaño de Dios.

¿Qué deben cuidar los pastores?

  • Deben cuidar de si mismos y de sus matrimonios
  • Deben cuidar la sana doctrina que reciben los hermanos
  • Deben cuidar del buen testimonio y crecimiento de los hermanos
  • Deben cuidar de que no se introduzcan falsas enseñanzas
  • Deben cuidar de la vida espiritual de los hermanos
  • Deben cuidar del avance de la obra de Dios
  • Deben cuidar de que la iglesia se mantenga fiel al Señor y a su Gran Comisión

Los pastores serán recompensados por su labor por el príncipe de los pastores.

3. Hermanos: ¡Sujétense a los pastores!

Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES

La exhortación se dirige aquí a los creyentes más jóvenes, a que se sujeten a los ancianos de la iglesia. Leer “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros” (Hebreos 13:17). Pedro enfatiza a los más jóvenes a que se sujeten a los ancianos por causa de su encargo su madurez y la autoridad que les ha sido delegada. La sujeción a los ancianos no exime de que todos debemos someternos los unos a los otros (Efesios 5:21).  La idea es que el ambiente que permea las relaciones entre los hermanos es el de la humildad. Los pastores no deben enseñorearse de los hermanos. Los hermanos no deben ser orgullosos hacia sus pastores. La principal razón de hacer esto es porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes (Santiago 4:6). Este es un principio eterno que a veces ignoramos: pensamos que una vida independiente y no sujeta a autoridad puede ser de bendición. Lo que Pedro nos dice es que un creyente orgulloso que no se sujeta a la autoridad de pastores en una congregación local no recibirá bendición del Señor.

4. Todos: Humillémonos ante el Señor

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque Él tiene cuidado de vosotros

La exhortación no solo es a someternos unos a otros en humildad, sino también es acerca de humillarnos ante Dios para que Él nos exalte a su debido tiempo. La promesa a la humildad es la gracia de Dios, su favor inmerecido. Un creyente sujeto a sus pastores le será fácil someterse a Dios. Si no puedo someterme a mis pastores a los que puedo ver ¿cono pienso que voy a someterme a Dios a quien no puedo ver?

Muchos dicen “Dios conoce ni corazón no tengo porque rendir cuentas a nadie”. Eso es solo la excusa de un corazón orgulloso que no quiere sujetarse a ninguna autoridad incluida la del Señor.

Pero El da mayor gracia. Por eso dice: DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES. Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza. Humillaos en la presencia del Señor y Él os exaltará” (Santiago 4:6-10)

Podemos entonces echar nuestra ansiedad sobre EL, porque Dios tiene cuidado de sus hijos.  Si estamos sujetos a nuestras autoridades y estamos sujetos a Dios no hay nada de que tener porque el Señor nos suplirá con su bendición.

5. Aplicaciones para la vida

  • Déjate ser pastoreado. Busca tener un corazón sumiso. Consulta. Pide consejo. Rinde cuentas. No seas un cabrito independiente sino una oveja que es parte del rebaño del Señor
  • Pastores guiemos al pueblo de Dios cuidando de la iglesia
  • Hermanos reconozcan a los ancianos que Dios ha puesto sobre sus vidas. Honren a los siervos de Dios. Respétenlos. Oren por ellos. Ayúdenlos y pónganse a su lado para llevar adelante la obra de Dios
  • Todos humillémonos delante del Señor confiando en su Palabra y caminando en obediencia a Él.
  • Oremos al Señor.