¿Como se puede agradar a Dios? ¿Que características deben encontrarse en mi vida para tener la certeza de que estoy agradando al Señor? En el post anterior, estuvimos considerando 4 versículos bíblicos que nos hablan de ciertas características que deben existir en nuestras vidas, si deseamos agradar a Señor. Sólo para recordar, lo que vimos fue que agradamos a Dios cuando:

  • No vivimos en la carne, sino en el Espíritu
  • Nuestra motivación principal es agradarle a El
  • Somos fieles en predicar el evangelio en toda circunstancia
  • Vivimos en santidad y pureza

El día de  hoy quiero examinar los últimos 4 puntos que he podido encontrar acerca de agradar a Dios. Es el deseo de mi corazón que podamos poner en práctica estos mandamientos del Señor para serle agradables. Recordemos que son básicamente asuntos del corazón, pues es de allí de donde emanan nuestras motivaciones, intenciones y acciones. Es nuestro corazón lo que debe estar rendido a Dios para que todo lo demás pueda seguirle. En ese sentido es que debemos examinarnos a la luz de la Palabra de Dios y tomar las acciones correspondientes, según lo que el Señor nos muestre en su Palabra.

Y sin mas demora, los versículos son los siguientes:

 

5. Agradamos a Dios cuando nos enfocamos en El

Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2:4)

El apóstol Pablo esta dándole las últimas indicaciones a su joven discípulo Timoteo y le dice que”sufra penalidades como un buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2:3). El sabe lo duro que es el caminar en la vida cristiana y la vida en el ministerio; lo que le espera a Timoteo no será fácil así que Pablo no escatima en darle ilustraciones e imágenes que le ayuden a entender que tan preparado debe estar para afrontar con éxito los retos que le esperan por delante.

Para ello, usa la metáfora del soldado, del atleta y del labrador. Cada uno en un ámbito diferente, tienen tremendas lecciones que darnos para la vida cristiana. Pero lo que aquí quiero resaltar es la metáfora del soldado: así como uno que practica la vida militar no puede enredarse en la vida civil normal, porque ahora tiene una jerarquía que obedecer y una misión que cumplir; así el creyente no puede enredarse en pecados e inmadureces, entretenerse y perder el tiempo porque debe agradar a su comandante, a su superior quien le ha encargado una misión.

Agradamos a Dios cuando nos mantenemos enfocados en El (Colosenses 3:2-3), cuando nuestro enfoque no esta en lo material sino en agradar al Señor, quien nos tomó, nos llamó y nos ha dado una misión que cumplir: ser testigo suyo en todas partes, anunciando las Buenas Nuevas y haciendo discípulos para la gloria de Su Nombre. La calidad y consistencia de nuestras decisiones determinan nuestro enfoque, si realmente estamos entregados y consagrados al Señor y nuestros ojos no se han llenado con “las cosas de este mundo”.

Debemos poner la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra

6. Agradamos a Dios cuando perseveramos en la fe

Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma
”  (Hebreos 10:38)

El Señor nos ha llamado, no solo a tener fe, sino a perseverar en ella. No estamos llamados a una carrera de corto alcance, sino a una de largo aliento. La fe es el medio por el cual recibimos la salvación y la vida eterna; esto no es algo temporal ni superficial: es la confianza que hemos depositado en la persona y obra de nuestro Señor Jesucristo, a quien, aunque no hemos visto, le amamos con amor inalterable por lo que hizo por nosotros. Nos amó aún en medio de nuestro pecado y nos lavó con su sangre de nuestras maldades. Nos ha dado paz con Dios y hemos sido hechos sus hijos.

Dado que la verdadera fe, la que produce la salvación, está basada en un fundamento tan glorioso y seguro como la obra redentora del Señor Jesucristo, la Biblia puede declarar categóricamente que la fe en Cristo es la fe que vence al mundo (1 Juan 5:4). Esa fe no se puede desvanecer porque la obra de Cristo es eterna y perfecta. Cristo dijo que aquellos que creían en El “no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28-29). Entonces, somos llamados a perseverar en esa fe poderosa.

Un creyente verdadero permanecerá en esa fe, por el poder de Dios (1 Pedro 1:5). Les invito a ver este vídeo que nos habla acerca de la importancia de caminar por fe:

Un pequeño video que nos habla acerca de caminar por fe

 

7. Agradamos a Dios cuando tenemos fe en el Señor y su Palabra

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6)

La ecuación es simple, sin embargo es complicada de poner en práctica: No es posible agradar a Dios si no tenemos fe. Es necesario, dice el autor de los Hebreos, que el que se acerca a Dios, crea primero que existe un Dios! El asunto parece obvio, pero no queda allí; no sólo debe creer en la existencia de Dios, sino que debe saber que Dios se ha revelado a sí mismo, su carácter y pensamientos en Su Palabra. No nos acercamos a una fuerza, una nube o a un ente distante y poderoso que sólo cumple nuestros deseos. Dios no es un amuleto, no es un salvavidas: es una persona, con inteligencia, sentimientos, carácter y voluntad.

Nos acercamos a una relación personal con Dios, y eso es lo que el autor de los Hebreos esta explicando aquí: sin fe es imposible agradar a Dios; pero ¿en que consiste esa fe? Consiste en conocer a Dios y la revelación que ha hecho de sí mismo en su Palabra. Dicho conocimiento de Dios es crucial: no podemos entendernos a nosotros mismos, ni a nada de lo que nos rodea hasta que no empecemos con la pregunta primera y sustancial: ¿Quien es Dios? y ¿Cual es su voluntad?

Esas preguntas nos llevarán a conocer a Dios, su santidad, su reacción ante el pecado y la provisión que ha hecho para nosotros en su Hijo Jesús, lo cual también es la mayor muestra de su justicia perfecta y su amor incondicional. Y sobre esa base, si la creemos, podemos empezar a construir. Esto es la verdadera fe.

Sin fe, es imposible agradar a Dios

8. Agradamos a Dios cuando tenemos temor de Dios y obramos justamente

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35)

El apóstol Pedro esta a punto de predicar el evangelio a Cornelio, el centurión romano y a sus familiares, cuando hace esta declaración. El Señor se agrada de cualquiera que le teme y obedece sus mandatos. El mismo Señor nos dice “miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2).

El temor de Dios no sólo es el principio de la sabiduría (Proverbios 1:7), sino que también es una cualidad de todo creyente verdadero. Es el respeto y la reverencia que debemos de tener ante la voluntad de Dios, como superior y mejor que la nuestra. Es decir, podemos ir en contra de lo que nosotros queremos, pero jamás deberíamos ir en contra de lo que quiere Dios. Esa disposición de corazón es la que agrada a Dios, pues producirá invariablemente frutos de justicia, obras de obediencia a Dios que le agradan. Una vida de desobediencia a Dios es una muestra de falta de temor de Dios.

El temor de Dios es el principio de la sabiduría


En conclusión, es posible agradar a Dios. Pero debemos mirarnos en el espejo de su Palabra y preguntarnos honestamente ¿estoy aplicando en mi vida los mandamientos del Señor? ¿estoy siéndole agradable a El? Si no es así, debo actuar. Es  mi responsabilidad caminar en santidad y algún día daré cuentas a Dios por ello; por lo tanto, debo buscar fervientemente ser agradable a Dios.

Hoy es el día para actuar. Ya tenemos 8 pasos o puntos que tenemos que revisar y obedecer. La obediencia trae bendición y mas allá de eso, el saber que nuestra vida agrada a Dios, debe ser motivación suficiente para dar nuestro mejor esfuerzo. Algún día, allá en el cielo, sabremos que tanto nos esforzamos.

Amén!