La iglesia del Señor en estos tiempos tiene un privilegio que otras generaciones de cristianos no han tenido; pero que, sin embargo, la iglesia perseguida ha vivido durante largo tiempo: la capacidad de enfrentar oposición, persecución, limitaciones y tiempos de escasez, a la par que se fortalece, mantiene su fe en Dios y renueva su compromiso de llevar adelante la obra de Dios en medio de cualquier circunstancia. En estos tiempos, la palabra “Yo edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” cobra mayor sentido y relevancia a la luz del enorme reto que tiene la iglesia del Señor de seguir adelante en medio de esta nueva realidad que enfrentamos.
A la luz de estos asuntos hermanos queremos escudriñar las Escrituras, en específico el libro de los Hechos de los apóstoles para ver el comportamiento de los apóstoles y la iglesia del primer siglo en medio de las circunstancias que le toco vivir. Hoy mas que nunca debemos apreciar este hermoso libro, muchas veces despreciado, pero ahora es utilizado por Dios como un manual de emergencia para la iglesia en tiempos difíciles. Ninguna como la iglesia del primer siglo para enfrentar todas las circunstancias que debió enfrentar y superar, gracias al poder de Dios y a la estructura dinámica y simple que tenia la iglesia en esos tiempos.
Examinemos hermanos el capitulo 12 del libro de los Hechos para encontrar mayor luz al respecto:
“En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos. Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar. Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó allí. Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey. Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos. Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba”
Muy bien, vamos a ver este episodio especifico de las Escrituras para ver como Dios obra en medio de la oposición de Satanás, de su iglesia atribulada y el cumplimiento de la Gran Comisión y el propósito de Dios para este mundo.
Entonces, a la pregunta ¿Qué esta haciendo Dios en estos tiempos?
1. Dios está permitiendo conforme a sus propósitos que su Iglesia sea atribulada (v. 1-5)
“En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él”
Lo primero que tenemos que comprender es el contexto histórico de este pasaje. El rey Herodes al cual se refiere la Palabra de Dios aquí es Herodes Agripa I, nieto de Herodes el Grande (el que mandó matar a los niños) y sobrino de Herodes Antipas, quien estuvo presente en el juicio del Señor Jesús. Ahora, este hombre echó mano de algunos hermanos de la iglesia para perseguirles y maltratarles. Esta no fue la primera persecución que sufrió la Iglesia. Tiempo atrás ya la persecución liderada por Saulo de Tarso había hecho estragos en la iglesia, aunque ninguno de los apóstoles había sufrido daño. Ahora, ya Saulo convertido en cristiano y un siervo de Dios, Satanás usa ahora otro instrumento, Herodes, quien con el afán de ser popular políticamente empieza a perseguir a los creyentes y este hombre es más diabólicamente estratégico que Saulo. Saulo era impetuoso e iba detrás de todo lo que se llamara cristiano. Herodes va específicamente por las cabezas de la iglesia. Sabemos que tanto Jacobo, Juan y Pedro eran tenidos por cabezas de la iglesia (Gálatas 2:9), así que Herodes va por Jacobo el cual fue el primer apóstol en ser martirizado (todo indica que fue decapitado); y luego va por Pedro, a quien encarcela y le deja a la guardia de soldados en espera de que pase la fiesta de la Pascua para matarle. Esto lo hizo así porque probablemente temía un motín y prefería esperar que pase la fiesta para tener toda la atención de los judíos que vivían en Jerusalén a quienes por último quería agradar para mantener su posición política.
Normalmente se pensaba que los apóstoles tenían una protección divina especial, pero la muerte de Jacobo hermano de Juan derribó es falsa creencia. Jesús nunca prometió a sus apóstoles que no iban a sufrir. Es más, prometió que los creyentes, todos los creyentes sufriríamos tribulación, pero también prometió paz en medio de esas situaciones. Este arresto de Pedro era el tercer arresto que sufría el apóstol (los demás están en Hechos 4:3 y Hechos 5:10). Es interesante que el contexto religioso de este problema que enfrentaba la iglesia era la fiesta de los panes sin levadura y la fiesta de la Pascua judía. Ambas festividades apuntaban a la liberación del pueblo de Israel de Egipto de parte de Jehová. La fiesta de la Pascua tenia ahora para los creyentes un nuevo sentido a la luz del sacrificio de Cristo Jesús. Podemos entender pues que Dios ya había liberado a sus apóstoles y a todos sus hijos de la condenación del infierno y la maldición del pecado; pero aun los creyentes tenemos que enfrentar las luchas y tribulaciones propias de esta vida y del enemigo de nuestras almas.
Normalmente los prisioneros se encontraban atados a un soldado; pero sabiendo de la popularidad de Pedro y del hecho de que anteriormente habían escapado de la cárcel, Herodes toma medidas extremas: asigna dos soldados a los que encadena a Pedro, mas dos soldados adicionales que cuidaban la celda donde se encontraba. Al parecer, humanamente hablando, Pedro tenia ya su destino claro: iba a morir. Ahora, si Pedro moría, humanamente hablando también, la iglesia sufriría mucho en su animo y fortaleza, pues Pedro era uno de los mayores representantes de la iglesia. Su testimonio y ministerio era fundamental en el pueblo de Dios. Así que, en estos tiempos oscuros, dice la Escritura que la iglesia hacia sin cesar oración por él. Herodes tenía a sus soldados y sus cárceles; pero la iglesia tenía el poder de la oración. Esta era una oración sincera, con fervor, literalmente agonizante. Muchas de nuestras oraciones no tienen poder porque oramos con la actitud de que a Dios le importe algo que a nosotros mismos no nos importa.
2. Dios está guardando y librando a sus siervos en medio de la tribulación (v. 6-11)
“Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”
Aquí vemos que Dios permitió que Pedro estuviera prisionero durante 7 días que duraba la festividad de los panes sin levadura y la Pascua. Durante todo ese tiempo la iglesia permaneció en oración e intercesión por su siervo mientras que Pedro estaba apresado entre dos soldados con dos soldados más. Considerando que los soldados romanos trabajaban por turnos, 4 turnos al día, tenemos a 16 soldados cuidando de Pedro en un día normal. Pedro se encontraba durmiendo, confiado en Dios. Sin embargo, a pesar de los dictámenes de Herodes, el Señor envió un ángel para liberar a su siervo. Este ángel dio órdenes a Pedro para que se aliste y se levante mientras las cadenas se caían milagrosamente de sus manos y los soldados permanecían dormidos (los 4) sin darse cuenta de nada. Este ángel guía a Pedro a salir de la prisión mientras que a Pedro no le quedaba claro que estaba pasando. Él pensaba que veía una visión. Recordemos que en Hechos 10, Dios le habla a Pedro y le muestra la aceptación de los gentiles por medio de una visión. Pedro pensaba que Dios estaba obrando de la misma manera, pero no. Dios no siempre obra de la misma manera con sus siervos y que estaba haciendo algo diferente en medio de la oración intercesora de su pueblo. También vemos que milagrosamente las puertas de la cárcel se abren y Pedro puede salir, siendo guiado por el ángel hasta que se aparta de él. El vocablo griego traducido es la raíz de nuestra moderna palabra “automático”. La puerta solo se abrió cuando Pedro caminó y llegó a ella y cuando Pedro llegó la puerta se abrió automáticamente para Pedro por el poder de Dios. Es que nada puede detener el obrar de Dios hermano cuando Dios esta contigo y cuando la oración nos cubre y sostiene.
Ahora, Pedro recapacita y entiende lo que había pasado. Dios había respondido al clamor de su pueblo que sin cesar intercedía por él y lo había librado de la mano de Herodes y de todo lo que los judíos esperaban. Pedro podía haber muerto y la iglesia padecer mucho. Jacobo en efecto si murió. ¿Por qué Dios hizo esto? No lo sabemos hermanos, Dios es soberano para obrar de la manera que El así lo dispone.
Solo te puedo decir que tanto Pedro, como Jacobo como la iglesia fueron librados:
- Jacobo fue librado de este mundo pecador y fue promovido a la presencia de Dios
- Pedro fue librado de la mano de Herodes para seguir sirviendo al Señor
- La iglesia fue librada para que siga trabajando bajo el ministerio de uno de sus principales pastores.
- Muchos años después, Pedro enseñaría lo que el mismo aprendió: Dios sabe cuidar a sus hijos: “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” (2 Pedro 2:9)
- Recordar lo que enseña la Palabra de Dios: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el SEÑOR” (Salmo 34:19)
3. Dios está consolando y edificando a su Iglesia mientras el mundo se alborota (v. 12-19)
“Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que, corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos. Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar. Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó allí”
Obviamente y de manera natural, lo que Pedro quería hacer es ir donde sus hermanos para compartir la bendición de Dios y para comunicarles que sus oraciones habían tenido fruto. Aquí vemos varias cosas interesantes:
- Pedro acude a la casa de Maria, madre de Juan Marcos, donde funcionaba una iglesia, pues vemos a varios hermanos orando al Señor. La iglesia del primer siglo tenia tiempos de reuniones grupales en el templo o en otros lugares, pero mucha de su vida funcionaba bajo la forma de iglesias en casas, donde un grupo pequeño de creyentes se reunían constantemente para tener comunión con Dios y entre ellos.
- Había una joven llamada Rode quien al acudir a la puerta y oír la voz de Pedro, en vez de abrirle, se fue corriendo a avisar a los demás, ¡dejando a Pedro en la puerta!
- Los hermanos al oír el relato de Rode le dicen: ¡Estás loca! Es curioso que habían pasado varios días orando, pero no tenían la fe de creer que Dios había respondido la oración. Su oración era fervorosa pero su fe no era tan grande. Qué bueno que aún una poca fe puede hacer grandes cosas si están puestas en el Gran y Poderoso Dios.
- Después de saludar a los hermanos, Pedro pide que les hagan saber las noticias a Jacobo (Santiago, el medio hermano de Jesús) y a los demás hermanos. Ya para este entonces, Santiago era pastor en Jerusalén y alguien importante en la obra en esa ciudad.
Entonces vemos como Dios responde a la oración de su Iglesia, liberando a su siervo, levantando más obreros (como Santiago), animando los corazones de los hermanos y edificando a su obra aun en medio de dificultades. No siempre las cosas suceden como nosotros esperamos, pero aun a pesar de nuestra poca fe, si oramos al Señor, si nos mantenemos vigilantes, Dios va a obrar poderosamente, cumpliendo El su propósito en medio de este mundo.
Por otro lado, mientras la Iglesia esta siendo fortalecida, el mundo se encuentra alborotado. Era claro, dado que Pedro había escapado de la vista de 4 soldados, así que después de interrogarles y no encontrar respuesta, Herodes les manda matar. Sus planes quedaron frustrados. No iba a usar la muerte de Pedro como plataforma para su bienestar político. Herodes no hizo nada, solo vemos que regresó a Cesarea. La Iglesia había sido edificada y liberada, el mundo estaba convulso porque el plan y poder y sabiduría de Dios están por encima de los hombres. La Palabra de Dios promete que habrá grandes tribulaciones en esta tierra, pestes, guerras, persecución, muertes, etc. Algunos creyentes serán llevados por el Señor, otros quedarán; sea como fuere Dios libra a sus hijos. Sin embargo, lo que se pide a los hijos de Dios es que se mantengan en integridad y confianza en Dios:
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:34-36)
4. Dios está juzgando la incredulidad del hombre mientras prospera su Iglesia (v. 20-25)
“Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey. Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos. Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba. Y Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos”
El relato bíblico nos dice que Herodes recibió la alabanza exagerada de la gente de Tiro y Sidón, quienes por interés personal atribuían divinidad a un hombre, rechazando el evangelio y blasfemando de Dios. Herodes no lo impidió y recibió el juicio de Dios. Cuando el pueblo clamó “¡Voz de Dios, y no de hombre!” Herodes lo disfrutó, tomando la gloria para si mismo y no dando la gloria a Dios. Por ende, un ángel fue enviado nuevamente, no para librar, sino para juzgar. Herodes fue herido por este ángel y murió comido de gusanos. Es interesante que el pueblo que también había blasfemado no fue juzgado, sólo Herodes. ¿Por qué? Esto sucede igual que en el caso de Jacobo y Pedro. Uno fue llevado a la presencia de Dios, otro fue librado de la cárcel para seguir sirviendo; pero ambos fueron librados. Herodes fue juzgado con la muerte, el pueblo era ya juzgado por la incredulidad. Uno fue muerto y su juicio fue efectivo en el infierno. Los demás aun no morían, pero si persistían en esa actitud de incredulidad, algún día su juicio seria inminente. Mientras tanto, la paciencia de Dios les guía al arrepentimiento y aun tienen un día mas para arrepentirse y escapar de la condenación del infierno. Sea como sea, los incrédulos ya están juzgados por Dios.
El contraste entre Herodes y la iglesia era claro. Herodes creía que él tenía la mano superior contra el pueblo de Dios, pero Dios mostró quién estaba realmente a cargo: Herodes fue juzgado y la iglesia fue bendecida. La Escritura dice: “Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba”. La obra del Señor era librada del mal y seguía victoriosa en medio de los tiempos para seguir glorificando a Dios. Nuevas puertas de ministerio se abren, nuevos siervos se levantan, el evangelio sigue siendo predicado y el nombre de Jesús sigue siendo creído.
5. Aplicaciones para la vida
- La iglesia en estos momentos esta siendo atribulada y sacudida. Descuida, el Señor no permitirá que su iglesia decaiga. Él ha prometido edificar a su Iglesia. La prueba lo único que hace es cernir a los verdaderos creyentes de los falsos y fortalecer al pueblo de Dios.
- Si estas pasando por un momento de tribulación, descuida. Ora y confía en el Señor. El te va a librar y preservar para su reino y gloria.
- Aunque el mundo esté turbado, lleno de miedo e incertidumbre, calma. Tu estas en el mundo, pero no eres parte del mundo. Tu depende del Padre Celestial, el cual tiene cuidado de ti. Pase lo que pase, aunque los montes tiemblen y bramen los mares, estas seguro en las manos de Dios.
- Regocíjate en el hecho de que Dios hará prosperar su Iglesia. Adáptate a los cambios mundiales, recuerda que las formas pueden cambiar, pero Dios sigue siendo el mismo y su Palabra no cambian. Ora por los incrédulos y las naciones que persisten en su dureza de corazón. Ora por las misioneros y obreros que trabajan en las naciones cerradas.
- Animo hermanos, Dios es soberano. Tiene el mundo en sus manos. Él es Señor.
Oremos al Señor